Comibam Internacional

¿Cómo ayudar a nuestros hijos de misioneros durante la pandemia?

\"adolescente\"

Por Guillermo Eddy

¿Cómo podemos ayudar a nuestros Chicos y Chicas Trans-Culturales (CTC) durante esta pandemia del COVID-19? ¿Qué ha sido lo más difícil para ellos en esta pandemia? ¿Qué es lo que más les ha ayudado en este tiempo de confinamiento?

El 17 de mayo de 2020 organicé una reunión por Zoom para todos los CTC que habían asistido a nuestro campamento -El Kampa CTC- desde que empezamos en el año 2005. El grupo que se apuntó fueron unos 60-70. Es difícil contabilizar con exactitud el total porque en algunas pantallas había dos y tres CTC. La meta del Zoom era la de proveer una oportunidad para que todos los que habían asistido al Kampa CTC desde el 2005 pudiesen verse, re-establecer vínculos de amistad, dialogar sobre sus experiencias con todo lo que rodea la pandemia del COVID-19 y contestar las anteriores preguntas. Para contestar las preguntas dividí los dividí en 10 grupos pequeños con el fin de recavar las opiniones de todos los participantes.

Se conectaron CTC desde Polonia, Hungría, Alemania, Francia, Inglaterra, Argentina, EEUU, España, Portugal, Italia y Brasil. Los padres de estos CTC (en su mayoría misioneros) son de Argentina, Brasil, Puerto Rico, Republica Dominicana, Colombia, Guatemala, Perú, Costa Rica, México, Chile, y Panamá. Las edades de los participantes eran entre los 17 y 33 años, con el grueso de los participantes con una edad entre los 18 a 22 años. En cuanto al sexo, calculo que 1/3 parte eran chicos y 2/3 chicas.

Sus Respuestas

Las respuestas a la pregunta “¿QUÉ HA SIDO LO MÁS DIFÍCIL?” se pueden dividir en cuatro grupos: el Aislamiento, las Incertidumbres, los Miedos y el Luto o Duelo.

El Aislamiento:

No cabe duda que la gran mayoría expresaba su frustración con el aislamiento que ha generado el COVID-19. Para unos pocos el confinamiento les ha pillado fuera de casa, bien en sus estudios universitarios o trabajando en otro país distinto al que residen sus padres. Se dió el caso de una CTC que esta estudiando en Hungría aunque sus padres residen en Senegal. Ella se ha tenido que quedar en el seminario en Hungría porque el confinamiento allí se impuso unos días antes de su regreso a casa.

Lo más interesante a observar es que no están aislados en el más estricto sentido de la palabra. Están en constante contacto con sus amigos o su familia por medio de la tecnología pero lo que más echan de menos es el toque físico. Es de sobra conocida la importancia que tiene el contacto físico para el buen desarrollo del ser humano.[1] Numerosos experimentos hechos en orfanatos al principio del siglo XX mostraron que aquellos niños que apenas tuvieron contacto con sus cuidadores tenían niveles elevados de depresión y hasta un alto índice de mortandad. En la década de los 40 del siglo

XX los psicólogos exigieron un cambio en estos cuidados infantiles aconsejando a las enfermeras que tomasen a los niños en brazos para darles de comer, acariciarles y consolarlos. El resultado fue que la mortandad precoz bajó hasta casi a cero y los niños mostraban menos trastornos psicológicos.

Se recomienda ser generosos con el afecto expresado con abrazos, besos y estímulo corporal adecuado a la edad (Ejemplo: cosquillas, masajes en la espalda). En estos tiempos de confinamiento, cuando nuestros adolescentes y jóvenes no tienen la oportunidad de físicamente sentir a sus amigos cerca debería ser la familia la que provea estos estímulos.

El confinamiento en casa o en su lugar de residencia hace que los horarios hayan cambiado. Para los CTC de nuestro Zoom que trabajan o tienen su lugar de estudio fuera de casa, el confinamiento por el virus ha trastocado sus horarios diarios. Si antes iban al trabajo o a estudiar a las 8 de la mañana y volvían a casa por la tarde, había un desligar físico de estas actividades. Ahora, al trabajar o estudiar desde casa, hay un momento que se empieza la actividad pero no una hora cuando se termina. Si antes el horario se delimitaba por una entrada y una salida física, ahora esto no existe.

Para aquellos CTC casados y con niños la dificultad ha sido la de reproducir el colegio, el parque infantil, y la escuela dominical en casa y a la vez apartar un tiempo para el trabajo. Tanto en estos casos como los casos anteriores la necesidad es la de establecer horarios que traigan estructura a una situación desestructurada. Si el CTC está trabajando o estudiando desde casa ha de establecer una hora cuando empieza y una hora cuando termina. Es más, hacemos la recomendación de que no trabajen o estudien en pijama sino que se preparen y se vistan como para ir a trabajar o estudiar y así establecer un marco horario y psicológico a estas actividades.

Para los CTC con hijos pequeños el secreto para la convivencia está en establecer horarios para cada uno de sus hijos apropiados a sus edades. Este horario debe incorporar tiempos de juego, de descanso, de comer y de aprender. Los padres se pueden turnar en el cuidado de sus hijos y deben dividir las tareas. La madre puede darles el desayuno y la primera hora de actividad del cole, el padre se responsabiliza por el siguiente bloque de tiempo y darles de comer. Después de comer la siesta y luego se vuelve a dividir la tarde y noche en bloques de responsabilidad para cada padre. Otra idea sería la de dividir la semana en días cuando la madre se encarga y días cuando el padre se encarga de los niños, con el domingo como día de hacer actividades en conjunto. Sea cual sea la forma que se organicen, lo importante es establecer horarios que traerán seguridad y sosiego durante el tiempo de confinamiento.

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