Comibam Internacional

Hacia una Estructura Teológico Integral de la Biblia para el Cuidado y el Bienestar del Personal

Por Rosie Button

Existen fundamentos bíblicos y teológicos para el cuidado y el bienestar del personal (también conocido como cuidado de los miembros). Sin embargo, con demasiada frecuencia, la literatura sobre el cuidado de los miembros se basa sólo en un puñado de temas o pasajes bíblicos clave. Se necesita un enfoque teológico más amplio o sistemático que proporcione una estructura para esta práctica de recurrir a pasajes específicos y ejemplos de cuidado en la Biblia. Además, un enfoque bíblico integral, que considere que el conjunto de las Escrituras se refiere al cuidado del personal, en lugar de limitarse a pasajes o versículos específicos, proporcionaría un contexto y un apoyo bíblico adicionales.

Enfoques Bíblicos Existentes

La mayor parte de los escritos existentes sobre cuidado de los miembros con fundamentos bíblicos tienden a encuadrarse en cuatro categorías:

Se centran en pasajes o temas que ofrecen principios generales para el cuidado. Por ejemplo, la estudiante de maestría de Redcliffe, Janet Dallman, escribió un artículo sobre la imagen recurrente del pastor a lo largo de la Biblia, como base para un modelo de cuidado de los miembrosi. Esta imagen es claramente la base del término cuidado pastoral y de la palabra pastor. Su documento habla tanto del papel como de las características requeridas de un cuidador.

  • Explora pasajes o temas que hablan de aspectos particulares del cuidado a los miembros. El libreto de Le Rucher, El Camino de Emaús, un Modelo Bíblico para el Debriefingii hace esto. Utiliza el incidente del Camino de Emaús en el capítulo 24 de Lucas como modelo para el debriefing.

  • Destaca a los personajes bíblicos como proveedores de cuidados. Ronald Koteskey, en su libro en línea, Cuidado de los Miembros Misionerosiii, habla de las personas que atendieron a Pablo, como Estéfanas, Fortunato y Acáico. Estos hombres, de los que Pablo dijo que “confortaron mi espíritu” (1 Corintios 16:17-18), actuaron como miembros del equipo de atención a Pablo.

  • Comparte ejemplos de personajes bíblicos como receptores de cuidados. El pasaje sobre el profeta Elías recibiendo cuidados de manos de Dios tras el enfrentamiento con los profetas de Baal (1 Reyes 19), se utiliza a menudo como modelo para el debriefing de un trabajador agotado. Un ejemplo de ello es el capítulo de Debbie Lovell-Hawker sobre el debriefing en Haciendo Bien el Cuidado de los Miembrosiv.

Todos estos enfoques se basan en la búsqueda de historias y pasajes en la Biblia para apoyar el cuidado de los miembros en lugar de verlos dentro de un marco bíblico integral.

El cuidado de los miembros, la hermenéutica misional y la missio Dei

Esta perspectiva se ha reflejado en todos los estudios sobre la misión. Sin embargo, en los últimos quince años aproximadamente, esto cambió. Estudios sobre la misión empezaron a pasar de buscar los fundamentos bíblicos para la misión, a buscar el fundamento misionero de la Biblia. En otras palabras, en lugar de ver la Biblia como la base de la misión, vemos la misión como la base de la Biblia. Esto se conoce como hermenéutica misionera.

Aunque no era el único que pensaba asív, esta fue la idea seminal del libro de Chris Wright de 2006, La Misión de Diosvi. En lugar de buscar pasajes bíblicos que hablan de la misión, Wright y otros hablaron de ver toda la Biblia a través de la lente de la misión y ver toda la Biblia como un producto de la misión de Dios al mundo (missio Dei). Además, consideraban toda la historia de la Biblia como una historia de esa misión, y de la salvación, siendo la propia Biblia una herramienta o medio de misión que también nos equipa para formar parte de esa misión.

¿Podríamos hacer un cambio similar en nuestra forma de pensar sobre el cuidado de los miembros? ¿Podríamos mirar toda la Biblia a través de la lente del cuidado de los miembros? Aunque no sea así, el cuidado de los miembros parece encajar de forma natural en la hermenéutica misionera. Por ejemplo, cuando la Biblia habla del cuidado de los obreros cristianos, parece ser una parte crucial para equiparnos para la misión.

Hacia un Fundamento Teológica

La Biblia rebosa de ejemplos y enseñanzas sobre Dios como un Dios amoroso, que se cuida de su pueblo. El Gran Mandamiento (Mateo 22:37-39) es que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. El cuidado de los miembros es claramente una manifestación de ese amor que debemos mostrar unos a otros.

En la literatura sobre cuidado de los miembros, hay un puñado de fuentes que tratan de dar ideas fundamentales para una teología del cuidado. Una de estas ideas es que el cuidado de los miembros se encuentra en el centro de la Gran Comisión y del Gran Mandamiento. Esta es la opinión de David Pollock, en el capítulo 2 de Haciendo Bien el Cuidado de los Miembrosvii.

Afirmando que la Gran Comisión y el Gran Mandamiento se encuentran en el corazón del Nuevo Testamento, postula que sólo podemos cumplir uno cumpliendo el otro: difundimos el evangelio y ganamos discípulos demostrando el amor de Dios. Pollock señala que la iglesia primitiva hacía precisamente esto y afirma que al practicar la atención a los miembros también lo estamos haciendo. No se trata sólo de reducir el desgaste, sino de amarse los unos a los otros y así demostrar y promover el evangelio. Esto sitúa claramente la atención a los miembros dentro de la missio Dei como una de las formas en que se cumple la misión de Dios.

El librito de Le Rucher, Cuidado Bíblico de los Miembros, de Erik Spruyt y Renee Schüdelviii, ofrece una visión más amplia. Comienzan citando 2 Timoteo 3:16-17:

Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de Dios [miembro] sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra”. ¿Qué es el cuidado de los miembros si no es equipar a las personas para “toda buena obra”?

A continuación, los autores preguntan: “¿Quiénes son las personas a las que cuidamos y por qué?» y “¿Qué tipo de cuidado a los miembros se necesita específicamente para cumplir con lo que somos en Dios y con lo que nos proponemos hacer en el nombre de Cristo?”. Aquí ellos sitúan el cuidado de los miembros en su lugar dentro de la misión de Dios, pero esta vez como una forma de equipar a las personas para que cumplan su papel en esa misión. Los autores Spruyt y Schüdel continúan afirmando que los proveedores de atención a los miembros deben tener una sólida comprensión bíblica del panorama general de la misión.

Nosotros también afirmamos esto en el All Nations Christian College, Reino Unido. De hecho, los estudiantes de nuestro programa de Maestría en Cuidado y Bienestar del Personal están obligados a realizar módulos básicos de misionología, así como módulos de cuidado de los miembros. Esto equipa a los graduados del programa con una formación misionológica completa que sirve como base para sus otros cursos.

El enfoque de Spruyt y Schüdel afirma que el objetivo de la atención a los miembros es formar misioneros semejantes a Cristo que, como Cristo, sean portadores de la imagen, la sal y la luz, y resistan ante el sufrimiento incluso hasta la muerte. A esto lo llaman cuidado de los miembros cruciforme.

En el artículo “Biblical Foundations for Member Care” ix (Fundamentos Bíblicos para el Cuidado de Los Miembros), Annemie Grosshauser se fija en el modelo que vivió Jesús al cuidar de sus discípulos. Dice: “Su objetivo principal no era que fueran eficaces, sino que vivieran en comunión con Él, y que desarrollaran un carácter piadoso y fuerza interior para afrontar las adversidades y la persecución”.

Tanto el librito de Spruyt y Schüdel como el documento de Grosshauser presentan a Jesús como el modelo de cuidado y el objetivo del cuidado (es decir, la semejanza con Cristo es el objetivo). Además, ambos muestran que nuestra relación con Jesús es la fuente del cuidado. Así que podemos decir que Jesús está en el centro del cuidado de los miembros como la fuente, el modelo y la meta. O, en aras de ser correctamente trinitarios, podríamos preferir situar al Dios trino en el centro en lugar de a Jesús específicamente.

Podemos mirar más atrás en la Biblia, al Antiguo Testamento, para ver a Dios como el originador de todo el cuidado de su pueblo. Rhiannon Gibson, en su documento titulado SIL Care and Wellbeing Missiological Reflection Questionsx, (Cuidado y Bienestar de SIL-Preguntas de Reflexión Misionológica) explica que el Antiguo Testamento, en particular el Deuteronomio, demuestra el cuidado de Dios por su pueblo y proporciona los inicios de una teología del cuidado de los miembros.

Lina Miller también vio un modelo del cuidado de Dios en el Antiguo Testamento. En su disertación de 2017xi, argumentó que, a través de las fiestas judías, Dios creó un ritmo de cuidado que incluía tiempos para la comunidad, la celebración, la conmemoración, la confirmación y el cese (descanso). Combinados, estos conceptos forman una base potencial para el cuidado de los miembros.

Hemos rastreado una base para el cuidado del personal a lo largo de la Biblia: arraigada en el cuidado de Dios por su pueblo, tal como se muestra en el Antiguo Testamento, que se confirma de nuevo en el cuidado de Jesús por sus discípulos, y que continúa en las vidas de los primeros cristianos cuando, llenos del Espíritu Santo, vivían lo que se les había enseñado. La fuente de todo este cuidado es la Trinidad.

En su libro Enhancing Missionary Vitality (Mejorando la Vitalidad Misionera), Glenn Taylor explica que “una teología del cuidado refleja la relación entre los miembros de la Trinidad, el cuidado de Dios por nosotros, y la expectativa de que nos cuidemos unos a otros” xii. Continúa enfatizando que mientras que Dios, a través de su Espíritu, es la fuente del cuidado, Dios normalmente trabaja a través de nosotros cuidándonos unos a otros – de ahí la importancia de lo que llamamos cuidado mutuo. Concluye diciendo que, como cuidadores, debemos recibir primero el consuelo, la edificación, el crecimiento, la corrección etc. del Espíritu Santo para poder hacer lo mismo con los que están a nuestro cargo.

Una Nueva Estructura

Ahora que hemos explorado los diferentes enfoques teológicos y bíblicos del cuidado de los miembros, veamos cómo podría ser una estructura para la teología del cuidado. Subyacente a la estructura está la comprensión de que Jesucristo es la fuente, el objetivo (como en el caso de la semejanza con Cristo) y el modelo de cuidado.

Cristo como fuente del cuidado indica que los cuidadores miembros tienen que recibir de Cristo. Esto tiene que ocurrir en conjunto con ayudar a las personas a recibir cuidados de Cristo para capacitarlas y empoderarlas en la misión. Una forma de hacerlo es fomentando y enseñando prácticas de Formación Espiritual.

Cristo como objetivo del cuidado de los miembros significa que los miembros cuidadores apoyan y equipan a los obreros cristianos para que se parezcan a Cristo. Les acompañan para ayudarles a vivir como él vivió, incluso hasta el punto de estar dispuestos a sacrificarlo todo.

Cristo como modelo de entrega de cuidado implica que debemos aprender de la forma en que cuidó a sus discípulos, tal como se ve en los evangelios. También significa observar cómo demostró su autocuidado a lo largo de su ministerio y aprender a seguir su ejemplo.

Con este paradigma en mente, el siguiente diagrama permite visualizar nuestra estructura:

El diagrama de la figura 1.1 muestra, en primer lugar, que tanto el misionero como el miembro cuidador deben ser entendidos en relación con la misión de Dios y entre sí. En segundo lugar, ilustra cómo Jesús está en el centro de las tres esquinas como fuente, objetivo y modelo.

Como miembros cuidadores, mirando este diagrama, debemos responder, entre otras, las siguientes preguntas teológicas:

  • Sobre la missio Dei: ¿Conozco la missio Dei?
  • Sobre el cuidador de los miembros: ¿Cómo se integra el cuidado de los miembros en la missio Dei? ¿Quién soy yo específicamente y cuál es mi papel en relación con ella (dones, capacidad, vocación)? ¿Y cómo miro a Jesús como la fuente, el objetivo y el modelo de mi cuidado?
  • Sobre el misionero/obrero cristiano a mi cargo: ¿Quiénes son en relación con la missio Dei? ¿Quiénes son específicamente como individuo o unidad familiar (su vocación, dones, antecedentes)? ¿Cómo puedo ayudarles a desempeñar su papel? ¿Cómo puedo ayudarles a relacionarse con Jesús como su fuente de cuidado?

Con la ayuda de un miembro cuidador, un misionero o un obrero cristiano que observe el diagrama, podría hacer estas preguntas (entre otras cosas):

  • Sobre la missio Dei: ¿Cómo me relaciono con la missio Dei?
  • Sobre el cuidado de los miembros: ¿Cómo me relaciono con el cuidado de los miembros?, ¿Cómo me aseguro de recibir el cuidado de los miembros que necesito? ¿Cómo estoy recibiendo el cuidado de Jesucristo?
  • Sobre los compañeros misioneros u obreros cristianos: ¿Cómo puedo animar a mis colegas como uno de sus compañeros en su lugar en la missio Dei, en su papel o en su vocación? ¿Cómo puedo recordarles que miren a Jesús como su fuente de cuidado?

Otro enfoque más trinitario podría ser poner a la Trinidad en el centro del triángulo, en lugar de a Jesús solo. Eso podría ayudarnos a pensar en cómo cada miembro de la Trinidad se relaciona con la missio Dei, el misionero y el miembro cuidador.

La última capa de la estructura se refiere al misionero/obrero cristiano (véase la figura 1.2). Los dos diagramas siguientes ilustran el contexto de un individuo con los diversos factores sugeridos, así como su lugar de pertenencia en las diversas comunidades sugeridas, y mucho más.

Aquí es donde podemos pasar de la comprensión teológica más amplia del cuidado de los miembros a la aplicación de los muchos y diversos temas y pasajes bíblicos específicos a los que se ha hecho referencia anteriormente.

Figura 1.1 – Relación entre Misionero, Cuidado de los Miembros y Misión de Dios

Figura 1.2 – Diagramas de contexto de un Individuo y de Comunidades

Conclusión

El cuidado de los miembros necesita una reflexión teológica más profunda y una visión bíblica global para poder unir las múltiples líneas de los escritos bíblicos actuales sobre el cuidado de los miembros. Es mi esperanza que la estructura que he proporcionado aquí lleve a ello. También deseo que los involucrados con en el cuidado de los obreros cristianos, incluyendo tanto a los obreros de la atención a los miembros como a los líderes de las misiones, tengan una comprensión teológica enriquecida de su trabajo y se afirmen en la visión de su papel como parte integral de la missio Dei.

Rosie Button ([email protected]) es docente del All Nations Christian College, del equipo del cuidado y el bienestar del personal (cuidado de los miembros) en Reino Unido. Anteriormente ayudó a organizar la Maestría en cuidado a los miembros del Redcliffe College después de trabajar muchos años como profesora misionera en Zimbabue y luego en Uganda.

ABRIL 2022 Copyright © 2022 Missio Nexus. Evangelical Missions Quarterly. Traducido y republicado con permiso. All rights reserved.

Notas

1 Janet Dallman, “A Study of the Implications of Biblical Shepherd Imagery for Member Care in OMF
Japan” (“Un Estudio de las Implicaciones de la Imaginería del Pastor Bíblico para el Cuidado de los
Miembros en OMF de Japón”) (documento del módulo de estudio independiente, Redcliffe College,
2018).
2 Erik Spruyt, et al, The Emmaus Rd, a Biblical Model for Debriefin (El Camino de Emaús, Un Modelo
Bíblico para el Debriefing), Ministerios Le Rucher.
3 Ronald L. Koteskey, “Is Missionar y Member Care in the Bible?” (“¿Está el Cuidado de los Miembros
Misioneros en la Biblia?” en Missionary Member Care (Cuidado del Miembro Misionero) (2013):
http://missionarycare.com/ebooks/Member_Care_Introduction_%20Book.pdf#page=12.
4 Debbie Lovell-Hawker, “Guidelines for Crisis and Routine Debriefing” (“Directrices para el Debriefing
de Crisis y de Rutina”) em Doing Member Care Well (Haciendo Bien el Cuidado de los Miembros), ed.
Kelly O'Donnell (Pasadena: William Carey, 2002).
5 Véase, por ejemplo, Richard Bauckham, Bible and Mission: Christian Witness in a Postmodern World
(Carlisle, UK: Paternoster Press, 2003), y más recientemente, Michael Goheen, ed., Reading the Bible
Missionally (Leyendo la Biblia Misionalmente) (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co.,
2016)
6 Christopher J. H. Wright, The Mission of God: Unlocking the Bible’s Grand Narrative (La Misión de
Dios: Desbloqueando la Gran Narrativa de la Biblia) (Londres: IVP Academic, 2006).
7 David Pollock, “Developing a Flow of Care and Caregivers” (Desarrollando un Flujo de Cuidados y
Cuidadores) en Doing Member Care Well (Haciendo Bien el Cuidado de los Miembros), ed. Kelly
O'Donnell (Pasadena: William Carey, 2002).
8 Erik Spruyt e R. F. Schüdel, Biblical Member Care (Cuidado Bíblico de los Miembros), (Le Rucher
Ministries, 2012).
9 Annemie Grosshauser, Biblical Foundation for Member Care (Fundamento Bíblico para el Cuidado de
los Miembros), documento presentado en la séptima consulta europea sobre el cuidado de los
miembros, Pensicola, España, 23-27 de marzo de 2010.
10 R. Gibson, “SIL Care and Wellbeing Missiological Reflection Questions Paper” (Documento de
Preguntas de Reflexión Misiológica Sobre el Cuidado y el Bienestar de SIL), 2019.
11 L. Miller, “Looking at Member Care through the Lens of the Biblical Feasts” (“Mirando el Cuidado
de los Miembros a través de la Lente de las Fiestas Bíblicas”) (disertación de maestría, Redcliffe College,
2017)
12 G. Taylor, “A Theological Perspective on Member Care” (“Una Perspectiva Teológica sobre el
Cuidado de los Miembros”), em Enhancing Missionary Vitality: Mental Health Professions Serving
Global Mission (Aumentando la Vitalidad Misionera: Profesiones de Salud Mental al Servicio de la
Misión Global), ed. John R. Powell e Joyce M. Bowers (Palmer Lake: Mission Training International,
1999).