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Un incendio arrasa el campamento de refugiados de Moria, el mayor de Europa, dejando a 13.000 personas a la intemperie

\"Lesbos\"

 

Los 13.000 refugiados que lo poblaban quedan sin techo. Muchos de ellos deambulan a estas horas por la ciudad de Moria. Actualidad Evangélica contactó con el responsable de REMAR en la zona para conocer la situación de primera mano.

(Grecia, 09/09/2020) Un incendio ha destruido casi por completo el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, después de unos enfrentamientos entre algunos inmigrantes.

“Siempre hay una pequeña minoría conflictiva, entre las 13.000 personas que malviven en el campamento, que cada tanto arman lío”, nos dice Juan Carlos Gálvez, responsable regional de REMAR, “aunque últimamente estaba todo bastante tranquilo… pero esta vez han quemado el campamento entero”.

Cabe recordar que REMAR internacional presta asistencia humanitaria en el campamento de Moria desde el principio de la crisis de los refugiados en 2015, y la única ONG que siempre ha estado allí, cuando otras abandonaron el lugar en señal de protesta contra las actuaciones de la UE en los campos.

Por el momento no existen informaciones sobre víctimas, si bien los bomberos todavía no han podido acceder a las carpas y los contenedores-vivienda. Con cerca de 13.000 personas, se trata del mayor campo de refugiados de Europa.

Los hechos

El incendio se desató esta madrugada después de que 35 personas que habían dado positivas de coronavirus se negasen a que les trasladarán a un centro de aislamiento, según el alcalde de la pequeña población de Moria, Yiannis Mastroyiannis.

A partir de ese momento comenzaron enfrentamientos entre los propios refugiados y algunos empezaron a provocar incendios, tanto dentro del recinto cerrado como en el olivar que rodea al campo, en donde viven miles de migrantes, informa Efe.

Mastroyannis explicó, en declaraciones a la cadena de televisión Skai, que el fuego está controlado y los residentes que salieron huyendo se encuentran en su mayoría en las inmediaciones de Moria.

Después de que miles de personas que huyeron del campo empezaran a dirigirse hacia la capital, Mitilene, la Policía bloqueó el acceso a la ciudad, situada a unos ocho kilómetros, para evitar una emergencia sanitaria, ya que el campo se encontraba en cuarentena por el brote de Covid-19.

Debido a los fuertes vientos, las llamas se propagaron con rapidez y arrasaron prácticamente todo, especialmente los contenedores y carpas.

El encargado gubernamental para los campos de refugiados, Manos Logothetis, afirmó que el campo ha sido totalmente evacuado y que ahora el reto es buscar alojamiento para las 13.000 personas que lo habitaban.

Según los medios locales, se está barajando la posibilidad de trasladarlos a una playa cercana hasta que se encuentre una solución.

Covid-19 en un campamento en pésimas condiciones sanitarias

El incendio se produce una semana después de la aparición del primer caso COVID-19 en Moria y un día después de que las autoridades sanitarias confirmasen que entre las 2.000 personas que tuvieron contacto con el paciente, 35 dieron positivo en la prueba y debían ser aisladas. De todas estas personas, solo una presentaba síntomas.

El paciente cero es un somalí de 40 años que ya había obtenido el estatus de refugiado y que en agosto se había trasladado a Atenas para buscar empleo. Al no tener suerte, había optado por volver a Moria, donde se había instalado en una carpa en el olivar que rodea el campo.

Muchas organizaciones humanitarias llevan meses advirtiendo de que, debido a las pésimas condiciones sanitarias, Moria es un polvorín y desde hace tiempo exigen que como mínimo se evacúe a toda la población vulnerable.

Desde el estallido de la pandemia, el Gobierno ha trasladado al interior del país a más de un millar de personas que pertenecen a este grupo.

REMAR: “pedimos oración y apoyo”

Desde su domicilio en Rumanía, preparándose para un inminente viaje a Lesbos, Juan Carlos Gálvez comenta a Actualidad Evangélica la información de la que dispone a tan solo unas horas del trágico suceso. “Tenemos un equipo de voluntarios de Remar y otras personas ajenas a nuestra organización que colaboran con nuestro trabajo de forma voluntaria. La situación de los refugiados en Moria ya era difícil, pero con esto…”.

El responsable de Remar lamenta que, justo hace unos días acababan de hacer obras de mejoramiento en la tienda donde funciona una escuela a la que acuden varios grupos de 50 niños cada día.

“Nosotros justo acabábamos de hacer obras de mejora en nuestra tienda, donde funciona una escuela a la que asisten varios niños. Ahora está todo destruido”, dice, aunque tiene claro lo que van a hacer: “Vamos a enviar una nueva tienda en estos días, y se montará en cuanto nos diga el Gobierno lo que va a hacer”.

“Por favor oren, para que se tranquilice la situación, y también para que el Señor nos provea para poder enviar todo lo que tenemos que volver a mandar ahora, que son costes gigantescos… así que, por favor oren y en la medida que puedan, apóyenos”, concluye Gálvez.

Fuente: ABC/Efe / Edición y redacción: Actualidad Evangélica